Jesús dijo que vino a cumplir la ley, pero aprobó a sus discípulos cuando la violaron ¿Incoherencia?

Jesucristo dijo que «no he venido para abrogar [la Ley], sino para cumplir [la]» (Mateo 5:17) sin embargo, aprobó las acciones de sus discípulos que violaba la ley del sábado (Mateo 12:1-8) y también sanó enfermos ese día, violando él mismo esa ley. ¿Esto es una incoherencia?

No, y es por esto que Jesús apela de primera mano a la profecía dada en Oseas 6:6, NTV: “Quiero que demuestren amor (la versión griega traduce este término hebreo como tengan compasión), no que ofrezcan sacrificios. Más que ofrendas quemadas, quiero que me conozcan (en hebreo conozcan a Dios, y está claro que los Fariseos no conocían a Dios pues no lo recibieron)”. Esta cita tiene un particular sentido, por lo que Jesús menciona:

“… Y si hubierais comprendido qué significa: misericordia (traduce compasión) quiero, y no sacrificio, no habríais condenado inocentes (sus discípulos), porque el Hijo del Hombre es Señor del sábado (Jesús es Dios y en pocas palabras puede hacer con su día lo que le plazca, no obstante está consagrado a Él).” Mateo 12:7, BTX.

Los fariseos se centraron tanto en el conocimiento de la ley que no se percataron, o más bien el mucho conocimiento les envaneció la mente, que esa ley se cumplía en Jesucristo y que en Él se cumplió el perfecto sacrificio. Si bien no existen más los sacrificios, los mandamientos aún siguen vigentes y por eso apela a sus conciencias y presenta la conducta de los sacerdotes en el templo (Números 28:9-10). También apeló a la conducta de David (1 Samuel 21:1-6). Pablo explicaría mucho mejor este dilema:

“Entonces, si hacemos énfasis en la fe, ¿eso significa que podemos olvidarnos de la ley? ¡Por supuesto que no! De hecho, solo cuando tenemos fe cumplimos verdaderamente la ley”. Romanos 3:31, NTV.

“Dicho de otra manera, la ley fue nuestra tutora hasta que vino Cristo; nos protegió hasta que se nos declarara justos ante Dios por medio de la fe”. Gálatas 3:24, NTV.